Las medias de mujer, hasta los años 60, si bien elegantes, no fueron una prenda muy cómoda de usar.
Su formato de 3/4 de largo obligaban a usar portaligas para que no se cayeran, y lograr mantener la costura derecha, en la parte posterior de la pierna, era todo un logro.
Entre otras consecuencias desagradables, cuando el nailon o la seda se estiraba se formaban rodilleras.
La revolución de las medias femeninas, llegó en los 60 con las medibachas y terminó con el problema de las medias caídas.
Varias marcas se disputaron el mercado: Modercraft, Reina Cristina, Paris y las can can de Brital con hilado enkasheer, y tres modelos exclusivos: punto fijo no se corren, malla superfina y fina malla tul.
Mundo Beat
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